Las nanopartículas, y los coloides en general, están mucho más presentes en nuestra vida de lo que quizás seamos conscientes. La leche, el humo, la mayonesa, el esmalte de uñas… ¡Están por todas partes! En muchas ocasiones, y desde la antigüedad, se han estado utilizando las nanopartículas sin saber por qué la combinación de ciertos materiales daba unos resultados tan interesantes. En el museo británico de Londres, por ejemplo, encontramos la copa de Licurgo, una maravilla del arte romano del siglo IV. Esta copa cambia de color dependiendo de si la iluminamos de frente o por detrás. Este efecto se consigue gracias a las nanopartículas de oro y plata que se encuentran suspendidas en el vidrio. En el desarrollo de esta actividad produciremos nanopartículas de oro y experimentaremos con la luz para ver esos cambios de colores. También produciremos nanopartículas con productos que podemos conseguir fácilmente en el supermercado. Veremos cómo, gracias al efecto Ouzo, aparecen delante de nuestros ojos las nanopartículas, y os sorprenderéis de lo fácil que puede ser producirlas. Seguiremos descubriendo cómo interacciona la luz con ellas, hasta que, por fin, lleguemos a entender por qué el cielo es azul. Nosotros aplicamos la ciencia coloidal en el ámbito de la medicina y estudiamos las nanopartículas como sistema de transporte y liberación de fármacos. Como ejemplo, encapsularemos curcumina dentro de las nanopartículas. Jugaremos con cambios de pH para entender la estabilidad coloidal y las implicaciones de esta en la vida útil de nuestras nanopartículas.
Departamento: Física Aplicada.
Participantes: Aixa María Aguilera Garrido, Saúl Abenhamar Navarro Marchal, Pablo Graván Jiménez y Francisco Galisteo González.
